El doblete escocés: por qué 1966 es recordado por algo más que un Mundial en Liverpool

HistoriaEl doblete escocés: por qué 1966 es recordado por algo más que un Mundial en Liverpool

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Por Mark Platt

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Si bien 1966 es ampliamente considerado como el año más famoso de la historia del fútbol inglés, aquí en Merseyside se recuerda mucho más que por el primer y, hasta ahora, único triunfo de este país en la Copa del Mundo.

Esto se debe a que fue un año en el que los dos clubes de la ciudad también dominaron a nivel nacional, con el Liverpool de Bill Shankly coronado campeón de Primera División y el Everton de Harry Catterick levantando la FA Cup.

Conocido localmente como el gran doblete del «Liverpool» o del «Everpool», fue un inmenso motivo de orgullo para los escoceses en una época en la que las rivalidades eran más cordiales.

Mientras los seguidores se regocijaban en ambos lados del Parque Stanley, se confeccionaron una gran cantidad de recuerdos para celebrar este logro, entre los que se encontraban periódicos conmemorativos, banderines e incluso una canción, todos los cuales se encuentran archivados en la colección del museo de Anfield.

La sensación de bienestar que irradiaron los Rojos y los Blues de ese año se prolongó hasta el verano, cuando Roger Hunt, del Liverpool, y Ray Wilson, del Everton, protagonizaron la trascendental victoria de Inglaterra en la final del Mundial sobre Alemania Occidental en Wembley.

Pero no pasó mucho tiempo antes de que la atención volviera a centrarse en el club y no en el país. Solo dos semanas después, más de 63.000 jugadores se dieron cita en Goodison Park. Los actuales campeones de liga y campeones de la FA Cup marcaron el inicio de una nueva campaña disputándose el Charity Shield

.

Antes del inicio del partido, el botín de los últimos meses se repartió de forma memorable junto al campo de juego para que todos lo disfrutasen, seguido de una vuelta de honor conjunta única y sin precedentes.

Ambos equipos, guiados por sus respectivos capitanes Ron Yeats y Brian Labone, exhibieron con orgullo su recién adquirida platería, mientras que Hunt y Wilson lideraron la delantera llevándose el codiciado trofeo Jules Rimet.

Confirmó a Merseyside como la capital indiscutible del fútbol inglés. O, como proclama audazmente el banderín de recuerdo: «La mejor ciudad futbolística

del mundo».

Con la proximidad del 60 aniversario el año que viene, parece un momento tan bueno como cualquier otro para recordarlo.

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